me pasé la noche en la pista de baile
moviéndome como una serpiente entre cadáveres
sabiendo que soy aquel de está generación que se levantará
para que el trueno explote en su garganta
y el mundo sea abrasado por el silencio
soy aquel que nadie escuchará
el único que posee el don del habla
y levantaré, con mis manos magulladas
cientos de miles de millones de tiranías infames
para que las cunas se deshagan en sollozos
y los árboles sean arrancados de sus apacibles sueños lunares
ahora tú, que dices ser mi amigo
escucha como me desnudo
por el más alto precio
y fornico con el micrófono apagado
que se hiergue como un torreón de blasfemia cristalina
viernes, 30 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Poemillas de Renfe
lo que importa es resistir
resistir el influjo del abismo
mientras el mundo sucumbe
largo peregrinar en el desierto
miradas que asesinan en secreto
cerebro afilado como la espada
nervaduras de cemento armado
niño que habla las mil lenguas de la serpiente
poeta limpia retretes
escuadrón de inmaculados no natos
la luna es una alimaña herida
ensalada de clavos y alambre de espino
contempla ahora
la destrucción del ángel de las naciones
nuestro buque insignia naufraga en aguas profundas
el mar se enfurece
las bestias se agitan
ojos oscuros como el culo del lobo
solo queda aullar
aullar a la sombra de los pinos
hasta que el ejército de la noche estalle
como el sol del reino de la muerte
* * *
el árbol de los mundos se derrite como una vela en la mesita de noche
descenso por la húmeda gruta
al fín, caemos
atraviesa el corazón de la estrella
tu cerebro huye al vuelo
venas y artérias son ramas restallantes
savia dorada bulle en su interior
sonrisa de dientes torcidos
el mendigo de ojos diamantinos reclama lo que es suyo
el bastón se quiebra en la espalda canina
la calle se estremece febril y el supositorio penetra la carne maltrecha
como una bomba atómica de cancer y malas notícias
resistir el influjo del abismo
mientras el mundo sucumbe
largo peregrinar en el desierto
miradas que asesinan en secreto
cerebro afilado como la espada
nervaduras de cemento armado
niño que habla las mil lenguas de la serpiente
poeta limpia retretes
escuadrón de inmaculados no natos
la luna es una alimaña herida
ensalada de clavos y alambre de espino
contempla ahora
la destrucción del ángel de las naciones
nuestro buque insignia naufraga en aguas profundas
el mar se enfurece
las bestias se agitan
ojos oscuros como el culo del lobo
solo queda aullar
aullar a la sombra de los pinos
hasta que el ejército de la noche estalle
como el sol del reino de la muerte
* * *
el árbol de los mundos se derrite como una vela en la mesita de noche
descenso por la húmeda gruta
al fín, caemos
atraviesa el corazón de la estrella
tu cerebro huye al vuelo
venas y artérias son ramas restallantes
savia dorada bulle en su interior
sonrisa de dientes torcidos
el mendigo de ojos diamantinos reclama lo que es suyo
el bastón se quiebra en la espalda canina
la calle se estremece febril y el supositorio penetra la carne maltrecha
como una bomba atómica de cancer y malas notícias
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