cómo hiere la ciudad
fauces de perros enloquecidos
corazones sudorosos martilleando con un fuerte tic tac
príncipes ocultos en la niebla
rocas que moldea la erosión
hasta convertirlas en esculturas mágicas
el día a día sometido al engranaje de la maquinaria
buscando en esta suerte de desierto una sonrisa, una caricia
algo de amor para salvarse de la destrucción de nuestro haliento
mientras el alma se hace presente, y se vuelve poderosa
abrazándonos con toda su inconmensurable flexibilidad
y amistad
en las alcantarillas los niños trepan por lianas luminosas
encontrando su propia ley
lejos de los adultos
lejos de los mártires de cemento
me abriré camino hacia ellos
alzaré la mirada y entenderé la infinita inocencia del cielo
me cubriré con un manto de esperanza
y nunca temeré ningún tipo de muerte
salvo la de un amigo
lunes, 17 de junio de 2013
jueves, 6 de junio de 2013
probando, probando
había silencio en sus ojos
flores que se rompían en el hibernáculo de su sien
el invierno partía a ver a los dioses de la memoria
los niños en la calle eran juguetes rotos
el mundo vomitaba relojes antiguos
flores que se rompían en el hibernáculo de su sien
el invierno partía a ver a los dioses de la memoria
los niños en la calle eran juguetes rotos
el mundo vomitaba relojes antiguos
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