sábado, 20 de octubre de 2012

putaditas del día a día

hallas a Dios en su ausencia
luz que ilumina el fondo de la caverna;
encuentras al otro en la encrucijada del amanecer
más allá del fragor de las armas
más allá del reino del relámpago
donde no hay escondrijo posible
salvo para el topo y la rata.
el águila campa a sus anchas
por las cumbres más altas que jamás alcanzaran
en el más recóndito lugar de la Tierra
frecuentado por los más variopintos peregrinos
allí donde la desnudez ya a nadie asusta
en lo más profundo del desierto
donde el médico ejerce su arte ancestral
y la muchedumbre ruje
con las fauces infestadas de espuma

sábado, 13 de octubre de 2012

verdades como puños que todos se callan

en las afueras
el fuego encendido
que alimenta la maldad
la desolación del hombre pobre
y la del hombre que estalla
 destellos en la eternidad

verdadera comprensión
de aquello que el poema esconde
lengua castellana que es la sangre de Cristo
bébela y descubre
aquello que entraña el universo

que Dios te perdone

que el hombre se apiade de tu alma

sábado, 6 de octubre de 2012

caída libre

los días se suceden en caída libre como una baraja de naipes

a éste sol añejo le sobra juventud

cada planta, cada árbol, cada pájaro
es un universo de deleite para mí

la flor de mi vida se asombra en el lago ante su propio reflejo

su sombra es la noche
que maldice al soñador que ha encontrado el camino
e intenta confundirlo
mostrándole mil abismos
como siluetas de mujer

jueves, 4 de octubre de 2012

Heidegger almorzaba coñito de judía frito con habas

mis pasos se pierden inseguros en las remotas arenas
donde por más de mil años he intentado levantar mi tienda
para descubrir al fin, hastiado y confuso
que había cavado mi sepulcro

los segundos se suceden como gotas de lluvia helada estrellándose en la grava
y una niña que antaño fuera vomitada por el silencio
me repite con inquietud una sola cosa:
adelante! adelante!

siempre la misma historia
el mismo balbuceo incoherente de borracho
hurgando en mi cráneo como si intentara aferrarse al ser
mordisqueando mi hígado mientras me empeño en rapiñar algo de luz al tiempo

en aquella vieja cámara nacimos
boquiabiertos, contemplando a los dioses frente a frente
rodeados de seres decrépitos que ya solamente pensaban
y topaban con los hipócritas objetos que yacían
esparcidos sobre la magullada piel de Cristo