el espíritu sucumbe
en una pila de sangre
ante el asombrado gentío
aquejado de un apretón siniestro
los antiguos barcos partieron mar adentro
¿quién sabe si regresarán?
ningún electroshock reanimará ahora
a los chicos del vecindario
en mis tiempos, el rock nos hacía morir toda la noche
ahora todo lo que queda es una espalda rota
un bastón para matar lagartos
y una polla marchita
veo pasar las ratas desde mi atalaya
en la calle han encendido hogueras
los mendigos crujen como ciempiés
gesticulando al son de la eternidad
hace tiempo que la desolación me impide relacionarme con coherencia
fue desde que el dinero se interpuso en mi peregrinación salvaje
ahora solo escucho rock'n'roll pasado de moda
en una vieja radio devorada por las moscas
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