eres una esperanza y un fracaso que viene de lejos
un pozo negro en el que enciendo mi candil
toda la palabrería monstruosa que sale de mi lengua
no vale ni cinco centavos, pero te regalo mi silencio
en mi defensa debo añadir
que a menudo me rodeaba de resplandecientes mujeres
que clavaban estacas del tamaño de columnas jónicas
en mi corazón
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