tienes un hígado resplandeciente
asediado por palomas
sucias que revolotean
y gimen
brilla como un sol oscuro
una fuerza de furia
que carcome el firmamento
al que te asomas
como a una ventana abierta
a la que fueras a arrojar los desperfectos
de una vida ajada y raída
como una vieja camisa de prestado
que te has puesto ya demasiadas veces
sin llegar a entender jamás
muy bién por qué
No hay comentarios:
Publicar un comentario